A primeros de Junio Carlo Petrini, fundador de Slow Food, ha visitado Barcelona para debatir sobre gastronomía sostenible en la última charla del ciclo “Futura. Sostenibilidad en las ciudades del mañana” promovido por el Consulado General de Italia, la Cámara de Comercio italiana de Barcelona y el Instituto Italiano de Cultura de Barcelona, y para presentar su último libro: Terrafutura (Obelisco), un compendio de diálogos con el Papa Francisco sobre ecología integral. 

Petrini comentó que “es positivo que se hable de sostenibilidad, pero es necesario hacerlo de forma que no se convierta en una moda, sino en una buena práctica, porque la humanidad ha entrado en una fase histórica que se llama transición ecológica. Se trata de un cambio en el estilo de vida, en la forma de producir, en el modo de viajar; un cambio comparable al que supuso la Revolución Industrial, que hace tres siglos modificó la vida de la humanidad. Y en los próximos años, en un siglo si no, es más, la transición ecológica requerirá una transformación profunda que no se puede resolver equiparando la sostenibilidad con el greenwashing (práctica o estrategia de mercadotecnia). Tampoco se puede usar el término sostenibilidad para que la UE conceda ayudas a quienes sigan buenas prácticas. La sostenibilidad es el motor de cambio de una fase histórica completa.”

A sus 70 años, Carlo Petrini parece seguir incombustible. Y es que, tras la pandemia, su discurso está adquiriendo más sentido que nunca. Sociólogo, gastrónomo y fundador del movimiento Slow Food, que nació hace más de 30 años en Italia para revindicar la producción de alimentos ‘buenos, limpios y justos” y que se extiende hoy a más de 170 países, Petrini sigue defendido la proximidad y el kilómetro 0 no solo como motor de cambio para redefinir la economía, sino para sobrevivir a lo que él llama "la nueva era de la transición ecológica", una nueva fase histórica que equipara con la Revolución Industrial.