La sostenibilidad en el entorno empresarial es mucho más que la protección del medio ambiente; una empresa es sostenible cuando genera valor económico, medioambiental y social, teniendo en cuenta la rentabilidad de sus actividades productivas y el impacto social de las mismas.

  • ¿Cómo puede mejorar mi empresa?
    ¿Cómo se gestionan los residuos?
    ¿Qué impacto tiene en la comunidad?
    ¿Tu plantilla cuenta con personas en riesgo de exclusión social?
    ¿Cuánta agua y energía consume?

  • Establece los valores y propósitos de tu negocio junto a tu equipo. Define las preguntas:
    ¿Quién?, ¿Qué?, ¿Cuándo?, ¿Dónde? y ¿Por qué?

  • Una vez tengas definida la misión, elabora tu estrategia de negocio sostenible. ¡Recuerda tener también en cuenta la rentabilidad!

  • Lleva un registro periódico de los resultados para cuantificar tu progreso.

Algunos consejos prácticos:

  1. Calcula la huella de carbono de tu empresa e implanta medidas para compensarla.
  2. Detecta los puntos para gestionar mejor tus recursos, aumentar tu eficiencia y reducir el gasto energético ¡También optimizarás los costes!
  3. Implica a tus clientes; hazles ver la importancia de reducir su impacto medioambiental. Según estudios realizados, los clientes valoran positivamente la implicación de las empresas en iniciativas sociales y medioambientales.
  4. Colabora con proyectos locales para la protección del planeta. Generarás valor en tu comunidad.
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