En el parlamento británico sigue su curso la creación de un impuesto que grave las tazas de café desechables que se usan en la hostelería británica. La preocupación medio ambiental procede de que la actual composición de tazas o vasos de café no permite un deseable y correcto reciclaje, lo cual hace que tan sólo un 1% lo consigan de un total de 2.500 millones de unidades que se usan cada año.

Para poner freno a esta situación, la ley que se está discutiendo quiere gravar con 25 peniques cada taza de café servida en material desechable y si antes del 2023 no se logra frenar el crecimiento en su uso, entonces, las prohibirán.

La hostelería británica ha puesto el grito en el cielo, puesto que deberían repercutir el impuesto en el PVP de cada taza de café servido. Ante tal situación, algunas empresas ya han empezado a promocionar descuentos en el PVP si el cliente se lleva al local su propia taza.

Starbucks ya está haciendo una prueba en 25 locales de Londres descontando 5 peniques a quien aporta la taza y Pret a Manger descuenta el 50% del precio de cada servicio si sus clientes hacen lo mismo.