El informe del IPCC advierte que la ventana para lograr los "recortes profundos de emisiones" necesarios para prevenir los peores impactos de la crisis climática se está cerrando rápidamente, lo que significa que nuestra mejor oportunidad de cumplir el Acuerdo de París es alcanzar "al menos cero neto" en 2050.

Haciéndose eco de la conclusión del informe más reciente de la ONU sobre la "brecha de emisiones", el nuevo documento del IPCC afirma que es probable que el aumento de la temperatura global supere los 3°C en este siglo sin recortes "profundos" en las emisiones, que tengan lugar "inmediatamente". Esto violaría los objetivos del Acuerdo de París y generaría una plétora de calamidades inducidas por el clima relacionadas con eventos climáticos extremos y el aumento del nivel del mar.

Los grupos ecologistas han respondido rápidamente al informe, y muchos han pedido a los responsables de la formulación de políticas que intensifiquen urgentemente las ambiciones climáticas antes de la COP26 a finales de este año. Sin embargo, el informe tiene algunas implicaciones claras para las empresas, muchas de las cuales se han apresurado a alinearse con el movimiento de cero neto.

En su informe Edie.com describe algunas de las advertencias clave emitidas en el informe IPCC y cómo las empresas pueden comenzar a responder para acelerar la descarbonización y mejorar la resiliencia a largo plazo frente a un clima cambiante.

Net-zero no es el destino final

El informe establece que el carbono neto cero para 2050 debería ser el objetivo "mínimo" por el que luchar para lograr un mundo de 1,5°C y reitera la importancia de reducir al menos a la mitad las emisiones globales en esta década como una ambición interina. Además, insta a los legisladores a mirar más allá del carbono y garantizar que otras emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), como el metano, se tengan en cuenta y se reduzcan drásticamente.

A nivel mundial, ha habido un esfuerzo concertado para cambiar el sector privado a emisiones netas cero. La propia campaña Race to Zero de la ONU, por ejemplo, cubre colectivamente casi el 25% de las emisiones globales de carbono y más del 50% del PIB mundial, con casi una de cada tres empresas FTSE100 inscritas en la campaña Race to Zero de la ONU.

Sin embargo, incluso cuando las empresas se esfuerzan por llegar a cero, muchos antes de 2050, los impactos de la crisis climática se sentirán más allá de 2050, según el informe. Si los niveles de temperatura promedio global se pueden limitar a 1.5°C, las inundaciones, sequías, olas de calor, tormentas y otros impactos serían menos severos y frecuentes, y afectarían a menos regiones del mundo, según el informe. También habría mejoras notables en la calidad del aire como resultado de la descarbonización de la economía global.

A medida que las empresas se esfuerzan por alcanzar sus objetivos net zero, deben comenzar a considerar cómo pueden ir más allá de ese objetivo e implementar iniciativas que ayuden a contribuir a un planeta más próspero. Hacerlo garantizará que una empresa esté desempeñando su papel para evitar que se alcancen futuros puntos de inflexión que causarían una devastación generalizada en regiones seleccionadas.

Se requieren reducciones rápidas de las emisiones en esta década para evitar un colapso ecológico y climático a largo plazo, y cada fracción de grado marca una gran diferencia para evitar un desastre climático inminente.

Como tal, las empresas y las naciones ya no pueden depender de objetivos netos cero a largo plazo. Estos deben estar respaldados por planes a corto plazo para descarbonizar en las próximas décadas, alineados con el asesoramiento científico y las advertencias descritas en el informe del IPCC.