El restaurante Pujol, propiedad del chef Enrique Olvera, fue recientemente galardonado como el mejor de México y Norteamérica por la calidad y propuestas gastronómicas, aunque además de los alimentos, tiene un fuerte compromiso con la sostenibilidad.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU), destacó el trabajo del chef y su compromiso de ser sostenible para lo que ha puesto en marcha prácticas con las que cuidar el medio ambiente y contribuir al desarrollo de productores locales.

En junio pasado en Singapur especialistas del mundo gastronómico determinaron que Pujol ocupara el lugar número 12 en el ranking mundial elaborado por la revista The World’s 50 Best, lo que lo posiciona como el mejor restaurante de México, y de Norteamérica.

Es la primera vez que un restaurante mexicano es considerado como el mejor de Norteamérica”, expuso el chef Olvera al recordar que este sueño comenzó hace 20 años con la única ambición de convertirse en el mejor lugar del barrio. Sin embargo, dice, “las cosas se han ido complicando cada vez más”.

 Pujol es un restaurante de comida mexicana y ofrece tres menús: una barra de tacos, un menú de maíz y uno de mar.

Nos encanta hacer cocina mexicana. Reconocemos la riqueza cultural y la biodiversidad del país y creemos que cocinando es una forma de preservar ambas cosas“ comenta el chef Olvera.

Se trata de una cocina única y por eso creemos que es importante preservarla, pero para ello, no hay que meterla en un libro o en una vitrina, es trabajando con ella, cocinándola, no alabándola como puede preservarse. La cocina tradicional no es más que la que estamos haciendo ahora mismo”, explicó

Originario del estado de Querétaro, Olvera cree que es muy importante que todos los ingredientes sean seleccionados con el mayor cuidado y que, en la medida de lo posible, la mayor cantidad provenga de productores locales mexicanos.

En Pujol, dijo, “Hemos decidido que no íbamos a trabajar mucho con la carne, porque estamos conscientes que el impacto en la huella de carbono por la carne de res es muy alto, así que sólo la utilizamos de vez en cuando, su consumo aquí es muy limitado”.

Olvera sostiene que, en su restaurante, “estamos muy interesados en fomentar un consumo más consciente y respetuoso del medio ambiente y que al mismo tiempo beneficie a productores locales”.

Como parte de las medidas que está adoptando este restaurante en aras de cumplir con este compromiso, el chef Olvera señala que esperan que, al finalizar este año, el 96% de sus productos vengan de productores locales de algunas zonas como Valle de Bravo, en el estado de México; Xochimilco, en Ciudad de México; y de Oaxaca de Juárez, capital del estado de Oaxaca.

Lo que tenemos que hacer es saber cómo se producen alimentos y quitarnos esa mala costumbre de regatear y pagar bien a quienes producen los alimentos”, señaló.

Consideró que, si hay productos bien producidos, de una buena semilla, que viene de una tierra sana, se ve de inmediato reflejado en el sabor, el sabor es solo una consecuencia, es el resultado de hacer bien las cosas.

Otra de las acciones que han implementado es que toda su basura orgánica se utiliza como compost por los mismos agricultores a quienes compran los productos para hacer estos platillos que tanto reconcomiendo internacional han ganado.

El maíz es una parte fundamental de la comida mexicana, sin embargo, las variedades criollas se siembran cada vez en menor cantidad y poco a poco las tortillas hechas de auténtico maíz van despareciendo, porque las que son elaboradas con harina deshidratada han ido ganando terreno, a pesar de que no tienen ni la calidad, ni el sabor, ni el valor nutricional de las primeras.

Consciente de esto, el chef Olvera comenzó a moler su propio maíz en Pujol desde hace 10 años. Sin embargo, al cambiarse de ubicación, ya no hubo espacio para el molino y optaron por abrir un pequeño local llamado “Molino El Pujol”, es decir, una tortillería.

Se trata de un molino tradicional donde preparan el nixtamal y hacen la masa utilizando maíces criollos y nativos; diversos en su color, forma, textura y sabor.

También aquí se repite la fórmula: beneficio a productores locales de Oaxaca; rescate y difusión de variedades criollas de maíz; y un sabor y calidad extraordinarias.

Olvera llamó a todas las personas a unirse para trabajar en la Agenda 2030 y para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible.