Leka es un restaurante de nuevo cuño, pese a que en 1984 era ya una casa de comidas que, en el barrio del Poble Nou de Barcelona, rompe moldes con relación a aspectos relacionados con la arquitectura sostenible, la imagen corporativa a través del diseño del vestuario del personal y una oferta de compartir las recetas de su carta con los comensales que quieran llevárselas a su casa, al igual que ideas del mobiliario o de la ropa.

Iván Enríquez, como portavoz de Lekka, nos indica que aún no están preparados para hablar de sostenibilidad en su restaurante; pero, tampoco lo desean por el momento. Prefieren hablar de las dos filosofías de trabajo, con las que han conseguido que llegue a Lekka la esencia del barrio: la del open source y la del honest food.

Ambas se conjugan a través de un grupo de colaboradores, no necesariamente gastronómicos, que los hay, para ir perfilando matices de sostenibilidad. Así, por ejemplo, para cumplir con los de PEOPLE, ya hemos relatado que se pone al alcance del público que visita el local, la posibilidad (mediante un código QR) de replicar el mobiliario, los uniformes y las recetas del restaurante.

Con relación a temas medio ambientales, al PLANET, gestionan el agua filtrándola y ofreciéndola en mesa con sus botellas, compran a granel, con lo cual minimizan envases; con el marro del café hacen jabón y abono, mientras que fruto de su política de proveedores, han reducido las entregas y por tanto la llegada de transportes a su almacén en un 70%.

Pero donde su concepto de Honest Food se hace más evidente es en el PRODUCT. Parten de no tener una carta con platos fijos. Varía según lo que pueden y saben que logran recibir: el pescado, de la Lonja de la Barceloneta; la carne de La Garrotxa, el Pirineu o Valldaura practicando el “from the noise to tail”, es decir, lo aprovechan todo. Y las verduras, de su propio huerto de Valldaura, cuando rinde, o del Baix Llobregat. Hasta elaboran sus propios refrescos, sobre todo para que los niños pueden consumir bebidas acordes con sus necesidades nutricionales.

He aquí un restaurante que va camino de ser sostenible; pero que, de momento, prefieren solo comulgar con la “consciencia” de llegar a serlo.